Sistema desmenuzador de pienso puede tener un impacto generalizado en el precio dietético de los piensos para animales. El procedimiento de desmenuzamiento implica descomponer partículas grandes de alimento en tamaños más pequeños y uniformes, que pueden mejorar la digestibilidad y el rendimiento del alimento. Sin embargo, si ya no se mantiene ni opera adecuadamente, el sistema puede tener efectos negativos en el valor dietético.
Uno de los principales problemas con los equipos desmenuzadores de pienso es la generación de calor excesivo durante el proceso de desmenuzamiento. Si el sistema no siempre funciona bien o si se opera a velocidades excesivas, podría provocar fricción y acumulación de calor. Este calor excesivo puede tener un efecto en la composición de nutrientes del alimento, especialmente en los nutrientes sensibles al calor junto con vitaminas, aminoácidos y enzimas. Estos nutrientes sensibles al calor pueden romperse o destruirse, lo que resulta en una disminución del precio nutricional. Además, las altas temperaturas pueden provocar reacciones de Maillard, que conducen a la formación de compuestos indeseables que pueden afectar la palatabilidad y digestibilidad del alimento.
Además, el ajuste y la renovación inadecuados de los desmenuzadores de alimento pueden provocar una trituración o trituración excesiva, lo que lleva a tamaños de partículas de alimento que pueden ser demasiado pequeños. Los tamaños de partículas extremadamente pequeños pueden afectar negativamente a la digestión y la absorción en el tracto digestivo del animal. Por ejemplo, los piensos claramente procesados con partículas muy finas pueden crear problemas como una reducción de la digestión de la fibra ruminal en rumiantes o una reducción de la salud intestinal en animales monogástricos. Además, los tamaños pequeños de las partículas pueden provocar un aumento del polvo, lo que puede provocar problemas respiratorios en los animales y las personas que manipulan el alimento.
Por otro lado, el sistema desmenuzador de alimento que no se ajusta o mantiene adecuadamente no logrará la longitud de partícula de alimento preferida. Esto puede provocar un desmenuzamiento inadecuado, lo que da como resultado partículas de mayor tamaño que los animales pueden tener dificultades para ingerir o digerir bien. Los tamaños de partículas más grandes pueden reducir la palatabilidad del alimento, reducir el consumo y restringir la disponibilidad de nutrientes. Por ejemplo, en las gallinas, los restos de alimento de gran tamaño pueden disminuir el tiempo de tránsito intestinal, reducir la absorción de nutrientes y reducir la eficiencia de conversión alimenticia.
Además, el diseño, la velocidad y la configuración del desmenuzador de alimento también pueden afectar la uniformidad de la distribución del tamaño de las partículas del alimento. Los tamaños desiguales de las partículas del alimento pueden provocar una segregación del alimento en la que los componentes positivos o las vitaminas se concentran en cantidades positivas del alimento. Esto puede hacer que los animales consuman selectivamente determinados aditivos alimentarios, lo que da lugar a desequilibrios en el consumo de nutrientes y posibles deficiencias o excesos en la dieta.
Para optimizar el costo nutricional de los alimentos para animales durante todo el proceso de desmenuzamiento, los productores de alimentos deben inspeccionar y sostener periódicamente su dispositivo para asegurarse de que funcione en condiciones óptimas. Esto incluye rastrear la velocidad, verificar la generación de calor excesivo y ajustar la configuración para lograr la distribución de longitud de partículas deseada. Además, los productores de piensos deben recordar los requisitos dietéticos precisos de la especie animal objetivo y modificar el proceso de desmenuzamiento por ese motivo, asegurándose de que el pienso esté bien procesado para maximizar la utilización de nutrientes.